LOS PROGRESOS DE FERNANDA

LOS PROGRESOS DE FERNANDA
al 2 mayo 2011

viernes, 22 de octubre de 2010

Sobre dietas

Como comentaba en mi anterior post, el mes pasado tuvimos que viajar al exterior - y nos sumergimos sin recato ni remordimiento en los placeres gastronómicos... Eso agregó volumen a nuestras ya abundantes adiposidades, el cual nos dispusimos a rebajar con la mayor disciplina de la cual somos capaces(que no es mucha).

Fernanda se inscribió nuevamente en el gimnasio - esta vez en uno menos equipado pero al que asiste una amiga, asique entre ambas se motivan reciprócamente. Yo ni siquiera lo intenté...
Luego de la inseminación - y por precaución - Fernanda debe evitar levantar pesos y realizar ejercicios muy demandantes, asique ahora se está concentrando en los equipos cardiovasculares "quemadores de grasa", como caminadora y bicicleta. Para ella, bajar de peso es mucho más que una necesidad estética: sufre de la columna y el embarazo complicará más las cosas, a menos que rebaje.

Ya sé que los meses de embarazo serán particualrmente arduos, porque es cuando más se les despierta el apetito a las mujeres. Pero para eso me tiene a mí, para apoyarla y acompañarla solidariamente en ese difícil trayecto.
Leí un artículo que explica cómo los bebés se hacen adictos a la comida chatarra antes de nacer - de ser éste el tipo de alimentación de la madre durante el embarazo. Motivo adicional para poner las barbas en remojo...

A pesar de que me cuesta convencerla de que se suba a la balanza para constatar los progresos, hoy veo que el pantalón se le cae!! Excelente! Yo, sin una dieta demasiado estricta, rebajé 4 kgs, llegando a 65, que siguen siendo demasiados...
Espero que estos resultados nos mantengan motivadas para seguir en esta ardua lucha - que debería ser de por vida.
A pesar de que no hemos tenido la disciplina de ajustarnos a una dieta estricta, parece que el haber suprimido nuestro festines gastronómicos y el alimentarnos con cierta coherencia nos está dando resultados... y eso sin renunciar al eventual postre o a una rebanadita de pizza cada tanto.

Difícil encontrar una soluciòn definitiva al sobrepeso hasta no lograr modificar DEFINITIVAMENTE nuestros hábitos alimenticios... lo cual implicaría renunciar para siempre al placer de comer... Cualquier nutricionista explica que se puede disfrutar la comida sin excesos, pero cualquier persona con sobrepeso sabe que "comer poquito de lo que tanto nos gusta" más que placer produce frustración. Yo me mantuve por años con un peso razonable, pero ahora con Fernanda es más difícil, comilona ella, comilona yo... mala combinación...

Tenemos la facilidad de que la señora que nos limpia también nos cocina si se lo pedimos - esa es una gran ventaja ya que aunque a las dos nos gusta comer, no nos produce el mismo placer cocinar. Pero mi amada se aburre con facilidad de la sopa de verduras o de las demás comidas "permitidas". Hoy traje para el almuerzo una deliciosa (para mí) sopa de carne con verduras - y cual fue mi sorpresa cuando Fernanda me dijo que no quería - y salió a comprar un almuerzo: pollo a la plancha con arroz y ensalada... Bueno, no estuvo demasiado mal, aunque hubiera sido preferible evitar los carbohidratos del arroz...

domingo, 17 de octubre de 2010

VAMOS POR LA SEGUNDA!

Es domingo, en casita, tranquilas y esperando que los espermatozoides introducidos en la inseminación del pasado jueves hayan superado todos los obstáculos y hayan logrado llegar a destino. Pero esta vez nos tomaremos las cosas con mucha más tranquilidad - seguiremos tu experto consejo, Florencia!

La demora en esta segunda inseminación se debió a que debimos viajar el mes pasado - y casi nos perdimos ésta porque la ginecóloga salió unos días de vacaciones, pero afortunadamente regresó justo a tiempo. El mismo día de su regreso le hizo un eco a Fernanda, que permitió visualizar dos folículos de 22 mm pero de un solo ovario. Hubiéramos preferido un mayor número de folículos, pero de todas maneras decidimos continuar. Ahí mismo Fernanda se inyectó el Ovidrel y se programó la inseminación para el día siguiente.

El jueves la consulta de la dra estaba LLENA - lo cual me preocupó porque apate de detestar las esperas, temía que cuanto más demoráramos disminuía la probabilidad de embarazo... Pero al rato nos hicieron pasar al cuarto donde está la camilla y ahí seguimos esperando, con Fernanda ya acostadita y yo tratando de que estuviera relajada. Ella con sus mieditos, yo tratando de cambiarle de conversación, en fin, lo mismo de la vez pasada.

Al rato llega la dra y me pide que salga, que me avisaría cuando estuviera lista, para acompañar a Fernanda durante el período de reposo de más o menos media hora.

Tuve tiempo de bajar a una panadería cercana, tomarme un café, comerme un croissant (ya era cerca del mediodía y la ansiedad siempre alimenta mi apetito) y comprarme cigarrillos. El croissant lo medio atraganté y en realidad terminé tirando la mitad, tenía miedo de estarme demorando mucho y que cuando regresara a la clínica Fernanda ya estuviera lista. El cigarrillo también me lo fumé apresuradamente, sin disfrutarlo, mientras caminaba el par de cuadras de regreso.

Cuando llego, resulta que la dra aún no había terminado... que nervios... pero al rato me avisan y ahí estaba mi amada, acostada en la camilla, con las piernas dobladas, para que no se le escapara ni una sola gotita del juguito milagroso. ´

Así estuvimos más de media hora, con ella reposándose y yo tomada de su mano, conversando sobre esta segunda experiencia. Me dijo que le dolió un poco menos que la última vez y que había estado relajada porque la dra conversó durante el proceso, explicándole porqué ya no hace fertilización in vitro (motivos éticos que no llegué a comprender muy bien).

Luego de regreso a casita, yo manejando y sin pelarme ningún hueco en la calle, lo cual obviamente provocaba las comprensibles protestas de Fernanda... Al final opté por manejar a 10 km por hora, para que no se sintieran las irregularidades de la calle - lo cual obviamente tenía a los conductores de los otros vehículos muy enojados, jaja.

La dejé en casa, a reposarse por el resto del día y me fui a trabajar - tratando de no pensar demasiado en el reinicio del camino, para tratar de evitar la ansiedad de la vez pasada.

Estos días se estuvo quedando en casa una amiga que tiene un bebé de dos años, que es un muñeco, pero tremendo. A ella no le comentamos sobre nuestros andares, ya que no existe la confianza como para ello. Ante los caprichos y pataletas del niño, Fernanda jugando me recordaba que hacia ahí nos dirigimos... pero creo - espero - que el nuestro no sea así y que tengamos la inteligencia para educarlo adecuadamente.