Dilema

Una vez tomada la decisión de abandonar la búsqueda del tan deseado hijo, luego de casi dos años de infructuosa búsqueda y ausencia de perspectivas realistas, me encuentro frente a la disyuntiva si continuar con el blog, o cerrarlo, o dejarlo morir de "muerte natural", o continuarlo con otros aspectos de nuestra vida y nuestra cotidianidad. Y hablo en singular, porque los sucesivas frustraciones han alejado a Fernanda de querer verlas reflejadas en blanco y negro: en efecto, hace ya un tiempo que ni siquiera lee lo que escribo.

Para serles sincera, aún está muy fresca la herida... aún cuesta pasar frente a una tienda de ropa de bebés y apurar el paso, mirando en otra dirección, aún cuesta ignorar a una mujer barrigona, que nos pasa al lado, o a un cochecito con uno o dos bebés (notaron que últimamente se ven mellizos por todos lados?).
Aún cuesta ver en la lista de programas grabados en el televisor, los relacionados a bebés o hijos, como la Supernanny, adolescentes rebeldes, etc. Por cierto, debo borrarlos de la lista...

Y sí, aún cuesta entrar en los blogs de las compañeras de camino - aunque tampoco puedo evitar hacerlo a diario, en realidad más de una vez al día...

No quiero que nuestra experiencia sea un freno para las que están aún en la búsqueda de un hijo: nuestro caso y las dificultades que enfrentamos se debieron a condiciones médicas muy particulares - y poco frecuentes. No dejen de soñar y luchar, ya que la inmensa mayoría ve recompensado su esfuerzo. Lo que sí les recomendamos es que -independientemente de lo que les digan los médicos - se hagan TODOS los exámenes, tanto hormonales como inmunológicos.
En este momento, a pesar de no haber logrado llegar a nuestra meta, tenemos la tranquilidad de haber hecho todo lo que era posible. Y valió la pena.

Ustedes todas, tanto las que reflejan sus experiencias en sus propios blogs, como las que comentan las nuestras y las que simplemente dedican algún tiempo a leernos, sin manifestarse, se han transformado en parte de nuestra familia.
Hemos sido visitadas por mujeres (presumimos) de casi toda América latina, Norteamérica, varios países europeos, Asia y países tan inesperados como Irán o Rusia, o Letonia - o Singapur. Mujeres con quienes no establecimos contacto directo, pero que con su simple visita nos han demostrado su interés y solidaridad.
A ustedes y a ellas les expresamos nuestro agradecimiento, ya que no han dejado de inyectarnos fuerza y cariño.

Abandonarlas sería renunciar a quienes nos acompañaron por tanto tiempo, con quienes vivimos sus y nuestros ups and downs, nuestra familia virtual de mujeres que vieron o no premiados sus esfuerzos por lograr la maternidad lésbica. Familia a la que se unieron incluso mujeres envueltas en otro tipo de luchas, como Liz - u hombres homosexuales que enfrentan aún mayores dificultades que nosotras para poder ser padres.

A la vez, en este momento de lamerse las heridas, parecería que la cercanía con el tema nos va a dificultar la sanación...

La vida continúa y afortunadamente tenemos una relación bien cimentada, fuerte y somos y podremos seguir siendo felices juntas.
Nos esperan nuevos retos, en una nueva vida, en un nuevo país. Mucho por construir! Lamentablemente será sin el añorado hijo...

Sin embargo, no puedo negar sentirme invadida por un gran vacío... el tema del hijo, los tratamientos, las perspectivas, hasta las frustraciones, se habían transformado en gran parte de nuestro cotidiano... en cierta forma es como sentirse de repente desempleada... Sentimiento similar al experimentado luego de la muerte de mi mamá, quien en sus últimos meses de vida consumía gran parte de mis energías y mis pensamientos...

Evitar tocar el tema bb y todo lo que se pueda relacionar a él, en fin, es como intentar cambiar el chip que uno tenía metido desde hace tanto tiempo en la cabeza...

Quizá más adelante, la vida nos depare la posibilidad de adoptar (difícil para una pareja de mujeres)... que injusto, que con tantos niños carentes de hogar le impidan a uno ofrecerles una vida...

Bueno, por lo pronto y para tratar de despejarnos y devolvernos algo de la alegría perdida, la semana que viene viajaremos a Río de Janeiro, por ocho días. Hace tiempo que Fernanda quería ir - y me pareció que es buen momento para cumplir su sueño.
Conseguimos una excelente oferta con TACA y también un apartamentito en Copacabana, a muy buen precio, bastante más barato que un hotel regular. La justificación financiera de este lujo no presupuestado es que sólo representa una fracción de lo que nos hubiera costado la in-vitro, jaja.
En realidad el plan era un fin de semana en las Antillas holandesas, como Curaçao o Aruba, pero nos costaba casi lo mismo que viajar a Lima o Río.

Ir a Lima sin incluir Cuzco es un absurdo - pero cuando comencé a leer folletos de que para llegar a Machu Pichu hay que trapar montañas por senderos empinados, opté por Río, jaja. Esas aventuras de las dejo a mi amada, para un próximo viaje que ella haga sola o con sus compañeros del curso de fotografía, jaja

Nuevamente, a ustedes todas, gracias por su apoyo.
No se sorprenan si me ven nuevamente por acá, porque no creo que pueda renunciar también a ustedes...

Mónica