Tiempo de escribir

Tiempo sin escribir, pero no por ello alejadas de ustedes, sus vivencias, sus alegrías y sus tristezas. Todo parece indicar que a pesar de que la realidad nos ha impuesto la necesidad de desviar nuestro camino de su original propósito - la búsqueda del tercer miembro de nuestra familia - ustedes de alguna manera han entrado en ella para quedarse.

Así es que seguimos pendientes de los aportes de Carolina y Pau, quienes han logrado un maravilloso POSITIVO luego de FIV, de Liz, quien sigue en su lucha compartida contra el sobrepeso, de Keka y Pity, quienes ya están superando los sobresaltos y sustos con sus dos hermosos retoños, de Thais y María, quienes han compartido los más íntimos momentos de la llegada de Olivia y de tantas otras compañeras de camino que siguen en la lucha o ya nos deleitan con los progresos y los cuentos de sus hijitos.

Por nuestra parte, el silencio se debe fundamentalmente a que a pesar de que nos estamos adaptando a la redirección de nuestras metas, aún no ha llegado el momento de hacer lo mismo con nuestro blog.
Cuesta desprenderse de ese título "Buscando ser tres" que ocupó tanto de nuestras vidas durante los últimos dos años.

Lo inmediato se relaciona a una operación de vescícula cuya necesidad surgió casi de casualidad: me hice un chequeo general para asegurarme de que estaba en buen estado de salud antes del viaje a Costa Rica y un ecosonograma reveló la existencia de muchísimos cálculos en la vescícula. Cero molestias o síntomas, pero es un problema que debo atender para que no se me presente una crisis más adelante - y en un país nuevo, en el que no conocemos médicos.

El mismo eco reveló engrosamiento de la vejiga (creo que discreto), pero considerando que soy una fumadora empedernida, no está de más una consulta con un urólogo, para que de paso evalúe un quiste en un riñón, que tengo hace años y que aparentemente no reviste ningún problema.
Acabo de salir de la consulta, en la que en principio se descartó algún problema, a no ser el de la uretra estrecha que propicia esporádicas infecciones urinarias. Una próxima endoscopia procurará ampliar un poco el diámetro de la uretra.

Fernanda, por su parte, está recuperándose magníficamente de una reducción mamaria, que la dejó con las lolas "como de quince", jaja.
Parece que la convivencia conmigo y la cercanía de las compañeras de trabajo le ha alimentado de alguna manera su lado femenino: además de lolas nuevas, ya tiene su bolsito de maquillaje, que aplica discretamente pero le queda MUY bien, su frondosa y hermosa cabellera negra (que lamentablemente el peluquero ayer recortó en exceso), sus blusitas un poco más escotadas y entalladas y su mayor control sobre la ingesta de alimentos, ya que la lucha contra el sobrepeso debe en realidad consistir en un cambio en el estilo de vida.

Creo que de alguna manera estos cambios representan una aceptación de que es una mujer bella - no sólo por dentro, sino por fuera también. Sería acaso esa tendencia a "esconderse" tras grandes remeras y anchos pantalones una forma de inseguridad con respecto a su imagen exterior? Es que nadie antes le había permitido comprender que "no hay nada que esconder", porque su estética es en realidad muy agradable?

Por mi parte, aunque procurando no influir sobre sus decisiones, no puedo negar que estoy complacida. La quiero como ser humano, independientemente de su sexo o su sexualidad. Pero considero que la estética de la imagen de la mujer supera a la del hombre y ella me atrae como mujer. De ahí que me complazca presenciar el desarrollo de su femineidad.

Mónica