LOS PROGRESOS DE FERNANDA

LOS PROGRESOS DE FERNANDA
al 2 mayo 2011

domingo, 26 de junio de 2011

Porqué queremos un hijo

Quienes nos siguen, saben que ya hace casi dos años que comenzamos a transitar este para nosotras difícil camino de la maternidad.

En este momento, en el que se acerca el momento de tomar la decisión de seguir o abandonar, vale la pena recordar lo que nos indujo a iniciar este viaje.

Yo, durante un largo matrimonio heterosexual, nunca había sentido la necesidad de tener hijos. Mi marido tampoco me puso jamás contra la pared, ya que él ya tenía hijos de un matrimonio anterior. Creo que aparte de la ausencia de una fuerte necesidad, influyó el hecho de no veía en mi esposo las cualidades paternales para ser más que un eficiente proveedor.

Fernanda, por su parte, tampoco se había planteado esa opción. Pero, según me explicó, fue porque jamás había tenido una pareja con quien ese proyecto le resultara viable.

Aunque el resultado había sido el mismo, la ausencia de hijos tenía orígenes distintos, ya que ella siempre tuvo una enorme empatía con los niños, siempre fue común verla conversar y jugar con cuanto niño se encontraba. Empatía que yo no poseo.

Un día comenzamos a jugar con la idea... un simple juego que paulatinamente fue adquiriendo consistencia... A los meses, luego de conversarlo amplia y profundamente, decidimos emprender las primeras averiguaciones y así se fueron sucediendo los exámenes, tratamientos, negativos, más tratamientos, más exámenes, más negativos..

Para Fernanda, a medida que avanzábamos en el camino, la búsqueda del baby se iba transformando en un aspecto casi vital. Luego de la primera inseminación comenzamos con la búsqueda de los nombres, luego fue una ropita y más adelante un juguetito...
Yo, por mi parte, ya estaba averiguando sobre escuelas bilingües en Costa Rica...
Ella es sumamente maternal y sería una madre extraordinaria.
El acceso a historias de otras parejas que habían transitado el mismo camino, nos seguía animando, ya que casi todas habían visto sus esfuerzos recompensados.

Pero a medida que se sumaban las insatisfacciones con los médicos, los ánimos fueron disminuyendo. Cada vez más y peores tratamientos... y todo sin resultado...
Paulatinamente, las noticias de madres que abandonan o hasta asesinan a sus bebés se fueron transformando en eventos insoportables para ella... dios le da pan a quien no tiene dientes...
Llegó a preguntarse, bromeando, si su cuerpo es quizá "demasiado gay" como para concebir - ante lo cual le aclaré que no hace falta ser gay para tener dificultades de fertilidad, que los blogs de maternidad están llenos de posts de mujeres heterosexuales que enfrentan las mismas dificultades...

Afortunadamente, el tema de la maternidad nunca llegó a transformarse en una obsesión y sinceramente creo que si finalmente no lo logra, no llegue a sentirse frustrada o incompleta.
Cuando frente a los últimos acontecimientos planteó abandonar TODO, me dijo - como otras veces - que no necesitamos un hijo para ser felices. Y efectivamente lo somos y creo que lo seguiremos siendo.
Aunque sé que ella desea tanto un hijo, sinceramente creo que será capaz de girar la página a este capítulo de nuestras vidas - ya que deberemos dedicar grandes energías en construir una nueva videa en un nuevo país.

Para mí, el bebé representa mayormente la posibildiad de ver a Fernanda totalmente realizada.

Y fundamentalmente, frente a nuestra diferencia de edad, la tranquilidad de saber que ella no se quedará sola una vez que yo parta.

Por supuesto, yo también lo deseo y sé que me enamoraré de él/ella hasta el infinito. Y justamente temo el sufrimiento que acompaña a casi todo gran amor... sus enfermedades, su inserción en una sociedad en la cual dos mamás no es la norma, sus (a mi criterio) malas decisiones cuando sea más grande, su futuro... Ayudarlo a emprender vuelo sin dejar de protegerlo...

En definitiva, creo que el proyecto hijo representa para mí más temores que ilusión. Y definitivamente, no lo habría emprendido con ninguna otra persona que no sea Fernanda.

Quizá este ejercicio esté subconscientemente dirigido a prepararme para el fin de este viaje... quizá me esté engañando y en definitiva nos cueste una inmensidad adaptarnos a vivir sin ni siquiera la esperanza de formar una familia...

1 comentario:

  1. Es que un hijo Monica...te transforma la vida, pero para bien...un ser al que tienes que cuidar, alimentar, es un amor que no se puede explicar, muy distinto al de la pareja, verlos crecer, desarrollarse y un día ver como se van y comienza de nuevo el ciclo...es maravilloso...el intento vale la pena.

    Te agradezco mucho que estés al pendiente de mi :) cuídate mucho y mucho ánimo en ese duro camino.

    Un abrazo para ti y Fernanda !

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